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Francisco, el Papa que rompió moldes

Francisco, el Papa que rompió moldes

Lo que no sabes de Bergoglio y una vida como la de cualquier joven argentino

Detrás de la sotana un hombre con historias poco conocidas, gestos inesperados y una vida marcada por la sencillez

April 22, 2025
mirianblanco Mirian Duarte

Desde que Jorge Mario Bergoglio fue elegido Papa en 2013, muchos lo han definido por sus gestos de cercanía, su humildad y su discurso directo. Sin embargo, hay aspectos de su vida que no suelen ocupar titulares, pero que hablan profundamente del hombre que es hoy Francisco.

Antes de ser sacerdote, Bergoglio tuvo una vida como la de cualquier joven argentino. Trabajó como técnico químico y tuvo una novia en su adolescencia con la que incluso pensó en casarse. Fue precisamente esa experiencia de juventud la que, según él mismo, lo preparó para comprender las relaciones humanas desde la empatía, no desde el juicio.

Otro dato poco conocido es que el Papa perdió parte de un pulmón cuando era joven, debido a una grave infección. Esta circunstancia no solo no le impidió seguir adelante, sino que marcó su carácter fuerte y su resistencia física, incluso ya como pontífice.

Francisco también es un apasionado del fútbol, hincha declarado del club San Lorenzo de Almagro. Aunque su agenda no le permite seguir los partidos como antes, siempre está al tanto de cómo va su equipo. También disfruta del tango y la literatura clásica, en especial de autores como Dostoyevski y Hölderlin.

Durante su tiempo como arzobispo de Buenos Aires, Bergoglio solía tomar el transporte público y prefería vivir en un apartamento sencillo en lugar del palacio episcopal. Esta actitud no cambió al llegar al Vaticano: vive en una residencia para sacerdotes, no en el tradicional apartamento papal, y a menudo se lo ha visto cargando su propio maletín.

Quizás uno de los detalles más conmovedores es su relación con los pobres. A menudo sale del Vaticano en privado para visitar a personas sin hogar o enfermos. En 2015 mandó instalar duchas para personas sin hogar en las cercanías de la Plaza de San Pedro. Estas acciones, más que grandes discursos, reflejan su visión de una Iglesia que “huele a oveja”.

En definitiva, detrás de la figura pública del Papa Francisco hay un hombre común con un corazón pastoral, formado por vivencias personales, decisiones valientes y una clara intención: poner a la Iglesia al servicio de la humanidad, especialmente de los que menos tienen.